Mariana Ciolfi concibe la ópera como un arte vivo, transformador y profundamente humano.
Su lenguaje escénico —nutrido por la antropología teatral— integra cuerpo, voz y ritual con dramaturgias contemporáneas, generando territorios performativos donde tradición y modernidad se entrelazan en una misma respiración.
Su práctica desdibuja las fronteras entre disciplinas —ópera, teatro, danza, filosofía, medios digitales y culturas populares— para resignificar el repertorio y expandir la relevancia de la lírica en el siglo XXI. Desde una mirada latinoamericana y contemporánea, su trabajo convierte la ópera en un espacio de diálogo entre lo ancestral y lo emergente, entre el canon y las voces invisibilizadas.
Lejos de la mera reposición, Ciolfi propone nuevas formas de habitar la experiencia operística: obras híbridas, inmersivas y digitales que enlazan el universo lírico con el tango, la memoria colectiva y las raíces comunitarias.
Su práctica parte siempre de una pregunta:
¿cómo puede la ópera seguir siendo un espacio de encuentro, memoria y futuro?